La esencia de la arquitectura y su distintivo de las demás artes es la posibilidad de ser habitada.
La arquitectura es un arte capaz de albergar a todas las demás artes, y es también una ciencia, cuyo estudio y fórmulas han sido puestas a prueba a lo largo de la historia; estas consisten en las diferentes proporciones antropométricas, ergonómicas y espaciales que definen la escala y requerimientos humanos en la arquitectura.
Presentamos algunos puntos esenciales que siempre tenemos en consideración en nuestros proyectos para garantizar que sean no sólo estéticos y rentables, sino también funcionales:
ANÁLISIS DE LOS USOS
Cada uso espacial posee unos requerimientos específicos; no es lo mismo diseñar una oficina que una habitación, ni lo mismo diseñar una habitación principal para una pareja que una habitación para visitas.
Algunos de los requerimientos pueden ser lógicos, como lo es el aprovechar las visuales, sin embargo, como todo, no existe una sola manera de llevar a cabo una labor; más en la arquitectura si existen unas dimensiones mínimas que deben cumplirse y respetarse para garantizar el disfrute de los espacios.
Un gran referente en este apartado es el libro Neufert – El arte de proyectar en la arquitectura; en el cuál se exponen las proporciones para mobiliario, circulaciones, carpintería, ventilación, alturas, etc, requeridas para los usos más comunes dentro de la arquitectura.
PERSONALIZACIÓN DE LOS ESPACIOS
Sin embargo, es totalmente comprensible que no desees un espacio mínimo o estándar, por lo cual es nuestro deber como diseñadores garantizar que, si deseas incluir, por ejemplo, un espacio cómodo para tu mascota dentro de tu habitación, este no vaya a implicar una disminución en el disfrute de la misma sino que por el contrario, complemente y sea cómodo para todos.
La ampliación de ventanas, la modificación de alturas en los muros, la inclusión o no de cielo rasos, la implementación de ciertos acabados o conexiones con otros espacios, etc; toda decisión tiene implicaciones espaciales y de distribución, aunque no lo parezca, pues, por ejemplo, un incremento de ventanas en una fachada que recibe mucha radiación solar o viento puede afectar el confort térmico del lugar; o la inclusión de una ventana en un lugar inapropiado puede afectar tu privacidad.
MATERIALES
Un aspecto que incluso se suele dejar de lado en el diseño arquitectónico es la consideración de las dimensiones de los materiales que conformarán tanto la estructura como los acabados de un proyecto, pues estos pueden llegar a significar alrededor de un 12% del área construida total en planta, por lo cuál puede ocurrir que, por ejemplo, un planteamiento de una habitación con líneas planas en un perímetro de 4x4 metros, es decir de 16m2, resulte midiendo realmente 3,8x3,8 metros, es decir un área de 14,4m2; 1,6m2 que no serán área útil por una mala planificación.
Si bien es cierto que espacios más grandes implican una mayor inversión, es deber de nosotros como arquitectos orientarte para tomar las mejores decisiones sin afectar la calidad de los espacios ni tu economía.
MOBILIARIO Y CARPINTERÍA
Su etimología literalmente traduce “objetos que se pueden transportar”, por lo cual es también necesario pensar en todas las implicaciones espaciales que esto conlleva; por ejemplo: Una cocina en un segundo nivel al cuál sólo se puede acceder por una escalera de 70cm de ancho con huellas superiores a 18cm de altura y ancho menor a 25cm es un error grave de diseño, pues además de que sus dimensiones no son antropométricas además será una labor sumamente complicada subir una nevera por ejemplo hacia esa cocina.
Otro aspecto que suele obviarse es que los muebles y la carpintería usualmente poseen elementos deslizables / abatibles / pivotantes, etc, los cuales requieren un espacio para operar de manera adecuada; son muchos los ejemplos que se encuentran en internet de malas planificaciones que conllevan a que, por ejemplo, una puerta para un baño golpee con el sanitario.
Todos estos inconvenientes y muchos otros similares pueden derivar no sólo en dolores de cabeza y estrés, sino en inversiones adicionales que podrían haberse evitado; por ello siempre será nuestra recomendación invertir un buen diseño que garantice en la mayor medida posible la disminución de gastos en reparaciones y arreglos; pues desde el comienzo pueden evitarse.
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