NUESTRO ANÁLISIS DE LA NORMA NSR 10 RESPECTO A LA GUADUA
Parte esencial del aprendizaje consiste en ser escéptico y crítico con respecto a la información que se adquiere, buscando siempre comprobar su veracidad y certidumbre de la manera que nos sea posible, y en IMZA Arquitectura estamos comprometidos con ofrecer a nuestros clientes la mejor calidad bajo este principio fundamental de nuestra empresa.
Ya hemos hablado sobre la primera parte de la norma NSR10 respecto a la guadua, y dado nuestros comentarios al respecto; ahora corresponde hablar sobre la segunda parte, que podrás encontrar resumida haciendo click aquí
La primera parte se centra en el diseño de elementos a flexión, para lo cual sugiere que se deben calcular para evitar llevarlos a su esfuerzo máximo, y esto es esencial, toda estructura debe calcularse para garantizar su funcionamiento como es exigido por ley, por un profesional calificado para hacerlo, un ingeniero civil, en este caso además especializado en calcular estructuras en guadua.
Sin embargo el principio de una estructura sólida parte del diseñador, regularmente un arquitecto, pues es él quien define su forma, y es un ahorro en costos y en trabajo para el cliente y el ingeniero si el arquitecto sabe diseñar estructuras en guadua y comprende la lógica del material; consideramos importante añadir a la norma el tipo de elementos estructurales que son posible realizar gracias a la guadua con gran facilidad, como lo son las diagonales, las columnas y muros curvos con lata de guadua o guadua rolliza, o la cobertura de grandes superficies con esterilla.
La norma recomiendo además rellenar aquellos puntos susceptibles a aplastamientos por fuerzas perpendiculares, y estamos totalmente de acuerdo, pues es esencial para no comprometer la integridad de la estructura, ya que, aunque la guadua es un material de enormes cualidades mecánicas, al ser hueco es propenso a aplastarse ante una fuerza puntual y es importante fortalecer esta carencia con un material que al estar contenido es sumamente resistente al aplastamiento, el mortero (o el concreto).
Respecto a las uniones consideramos que están bien las aclaraciones que hace la norma, especialmente respecto a elementos clavados que pueden abrir las guaduas, pero debería ser más clara respecto a los cuidados que deben tenerse al realizar las uniones, pues existen diversos factores que pueden comprometer la calidad estructural de las piezas, como bien pueden ser los siguientes:
- En las uniones realizadas artesanalmente es común priorizar la calidad estética del empalme sobre la calidad estructural, dejando en el apoyo una capa muy delgada de fibra, que ante una carga que no pueda soportar tenderá a presentar rajaduras que pueden implicar que se abra la pieza y por consiguiente se desajuste la estructura.
- En las uniones en las que se implementen pernos se debe utilizar arandela y evitar apretar las tuercas hasta que traquee la pieza, pues esto significa que está presionando las fibras excesivamente y las está deformando, pues como comentamos, ante fuerzas perpendiculares (como la aplican la mayoría de uniones pernadas) la guadua es propensa a aplastamiento.
- Los pernos ubicados en una guadua no deben ubicarse sobre un mismo eje, pues esto genera un eje (valga la redundancia) para una rajadura en caso de una carga o movimiento importante.
- En las uniones con zunchos también se puede tender a llevar a las piezas a un punto de aplastamiento si se aprieta demasiado la unión.
Para garantizar la calidad de la pieza, si bien es importante el contenido de humedad, lo es aún más garantizar una buena etapa previa en el guadual, es decir, un correcto corte (a buena edad, de una guadua saludable, en un guadual debidamente cuidado), una correcta etapa de avinagrado que permita a la guadua fermentarse y auto inmunizarse correctamente (entre 2 semanas y 1 mes según las condiciones del lugar) y una correcta etapa de secado ya sea al sol, en un horno o en cobertizo, garantizando que sea un proceso de secado parejo (dándole vueltas regularmente si se seca al sol, o permitiendo que la humedad se disipe no apilando los culmos si se seca en horno o en cobertizo) y que no propicie rajaduras.
Además de esto algo esencial para también garantizar la calidad de las uniones, y que hemos visto por experiencia propia trabajando con el material, es darle un tiempo de adaptación a las condiciones ambientales del lugar en el cual va a ser instalada, pues, por ejemplo, una guadua trabajada en Bogotá y llevada de inmediato a instalar en un clima más cálido y húmedo tenderá a hincharse y secarse constantemente, produciendo en el proceso rajaduras y desajustes que pueden evitarse (si bien no implican riesgo estructural si afectan estéticamente la estructura).
Un par de aspectos esenciales que deberían tratarse en la norma respecto al inmunizado de la guadua son la diversidad de tipos de tratamiento que existen y sus implicaciones ambientales, aclarando, por ejemplo, cómo debe ser un tanque para tratamiento por inmersión, o cómo deben realizar los agujeros y apilarse las guaduas cuando es un tratamiento por inyección, y cómo funcionan estos en los diferentes ecosistemas y climas que posee el país, pues todos tienen implicaciones y consideraciones diferentes, adicional de mencionar lo referente a post-inmunizaciones y mantenimiento de la estructura, que es normal al tratarse de un material tan diverso y flexible como lo es la guadua.
Como empresa apasionada por trabajar proyectos sostenibles rentables y de calidad, buscamos siempre utilizar el mejor material de la mejor manera posible, tomando en consideración toda la experiencia que tengamos al respecto para garantizar hacer realidad tus sueños y superar tus expectativas.
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